Daniel, voy a comenzar esta carta para ver hasta donde llego.
Daniel Spatz desde el año 1985 presenciaba los entrenamientos de mis jugadores cuando trabajaba en el Club Belgrano Chico, y se interesaba del método en forma permanente.
En ese momento tenía a mi cargo la Dirección del Cuerpo Técnico de menores de la Asociación Argentina de Tenis y ese club era uno de los centros de entrenamiento.
Tenía en el equipo a jugadores como Franco Davín, Patricia Tarabini y mis dos hijos Mariana y Guillermo. Alternaban también los mejores juniors de ese momento, como Nicolás Pereyra (Venezuela), Alejo Aramburu (Perú), Alberto Mancini, Patricia Miller (Uruguay), Macarena Miranda (Chile), Débora Garat, entre otros muchos más.
Daniel se interesó y así me lo demandó en varias oportunidades en trabajar en mi Escuela de Tenis en Tandil, había verdaderamente gran nivel entre los juniors y luego de llegar a un acuerdo comenzó a trabajar conmigo.
Le adjudiqué la formación de los más destacados niños de ese momento, conde estaba Mariano Zabaleta, Guillermo Dupleix, Federico Elissondo, Andrés Barzola, y un segundo nivel que no podía aspirar a la alta competición como Andrés Maglione, Marcelo Gomez, Daniel Panajoti, etc. Etc.
Daniel fue quien incorporó el revés a dos manos en los chicos, cosa que hasta el momento los jugadores surgidos de mi academia habían sido formados con una sola mano. Pero ante las buenas perspectivas y en su momento la figura de Bjorn Borg y casi toda la escuadra sueca de juniors, continuaron de la misma manera y con gran éxito.
Seguía igualmente el sistema de enseñanza con firmeza y gran entusiasmo, vivió durante un tiempo en un pequeño hotel frente al Club Independiente de Tandil, y sorprendía su entusiasmo por obtener logros.
Participamos juntos en algunas exhibiciones e inauguraciones de clubes, y mostrábamos el sistema que durante años logró que la ciudad fuera considerada como la cuna del tenis de la Argentina. Seis títulos de Roland Garros, Varios del A`vennire, Copa Bonfiglio, Sunshine Cup, Continental Cup, Orange Bowl etc. Etc. Etc. Eran la carta de presentación de la Asociación Argentina de Tenis, junto a la esplendorosa aparición de la niña prodigio Gabriela Sabatini.
Creo que Daniel se tendría que haber quedado en la Argentina y hoy sería seguramente el continuador de ese centro de entrenamiento altamente difundido.
Luego siguieron surgiendo jugadores que en algún momento tomaron alta notoriedad como Máximo Gonzalez, Juan Mónaco y por último Juan Martín del Potro, pero no continuaron en Tandil, sino en el caso de Mónaco fue primero a los EEUU con Colón Nuñez y luego a la Academia de Sanchez – Casal en España, mientras que Del Potro lo hizo en Buenos Aires en distintos lugares desde los 15 años.
También salieron de acá muchos entrenadores que están radicados en distintos lugares del mundo y por supuesto uno de ellos es Daniel Spatz que en su curriculum figuran en detalle.
Hace tiempo que no converso con Daniel en forma personal, los dos pertenecemos al Staff del Profesorado Sudamericano de Tenis, y en mi caso actualmente dirijo la Estuela de Tenis del Club Estudiantes de Olavarría.
Bueno Daniel, hasta acá llegué, espero que sea lo que querías, un abrazo y hasta pronto.
Raúl Pérez Roldán.